Hamlet en Aqualung; mi hermano si que me...

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the dancer



Mi hermano casi me mata, pero la culpa fue suya, él fue quién quiso tomar unos minis de calimocho antes de entrar, en plan tradición pre-concierto, la verdad es que tanto a Chema como a mi hermano (David) y a mí nos sentaron como el culo esos minis, una vez dentro de la sala me botaba el maldito brebaje dentro del estómago y me hacía sentir más cansado, pero todo eso se pasó a las pocas canciones.

Mi hermano casi me mata, pero la culpa fue suya, estábamos a cinco metros de la puerta de la sala apurando los minis cuando empezamos a escuchar música de nuevo tras el descanso entre los teloneros (Circus) a los que no vimos, la verdad sea dicha. Escuchábamos música, pero decíamos, no, eso no es todavía Hamlet, que va, no me suena, y es que desde fuera de la sala (Sala Divino Aqualung por cierto, que se me olvida decirlo) no se oía bien y no parecía que hubiera empezado el concierto, no sé si porque la sala tiene muy buena insonorización o porque a nosotros nos habían afectado los calimochos, o bien el tremendo aguacero que nos habíamos comido hasta llegar al recinto sito en el Paseo de la Ermita del Santo.

El caso es que mi hermano casi me mata cuando decidimos entrar al concierto y lo que estaba sonando era el Dementes Cobardes, ¡ya ha empezado! ¡dios que rabia no haber entrado antes!, y la gente ya se volvía loca, ya estaba el bollo montado, las primeras filas ya estaban botando, empujándose, sudando, y sí, ya había algún capullo sin camiseta, qué le vamos a hacer, de todo tiene que haber.

Siempre que voy a un concierto acaba pasando lo mismo, acabo odiando a los capullos que se quitan sus camisetas y deciden que su puto sudor es de interés general, todo ello para que al final, al salir del concierto huelas no sólo a tu propio sudor, sino también al de algunos tipos que les apeteció compartir el suyo contigo. Y hay algunos que huelen realmente mal, esos son los que se abren hueco alrededor suyo, y no a fuerza de empujones. En fin...



Volviendo al tema que nos importa, el concierto fue muy bueno, Hamlet estuvo sobresaliente, de los teloneros Circus no voy a hablar puesto que no los vi, ya os digo que entramos con los Hamlet empezados, de modo que no opinaré. Lo cierto es que el concierto se me hizo corto, para las once de la noche estábamos fuera de la sala, luego nos enteramos que ese detalle había sido una exigencia de Aqualung, es una pena, puesto que si cada vez es más difícil ver un concierto de rock en condiciones, encima imponen estas condiciones que obligan a que empiecen los conciertos demasiado pronto, a que yo me pierda el principio (xP) y a que acaben demasiado temprano de igual modo. Pero aún así, como decía, la actuación fue excelente. Molly volvió a demostrar que está más en forma que nunca, que ni pizca de problemas hay en la garganta, y que tiene ya tantas tablas (él y el resto del grupo) que sin demasiados aspavientos consigue meterse a la gente en el bolsillo y llevarnos a todos a un viaje salvaje a través del metal más visceral.

Tras ese comienzo bruto, Molly se dirigió a la gente para decir que estaban emocionados por presentar por fin oficialmente el nuevo disco Syberia en Madrid, a pesar de haber actuado ya previamente en Festimad y en Granito Rock en Villalba, esta era la verdadera cita con Madrid para Syberia, y dieron comienzo al repaso al nuevo disco que, si bien enlatado suena estupendamente, en directo gana enteros, gana potencia, gana rabia, y se vuelve genial desde las canciones más lentas e íntimas como Desaparecer y Serenarme hasta las más rápidas que, como ya decía, en vivo se convierten en verdaderas explosiones de metal del bueno, sin concesiones.

Sorpresas hubo varias, como por ejemplo poder escuchar en directo temas no tan habituales de set de concierto últimamente, ya que tocaron Habitación 106, tema de los más fuertes en la discografía del grupo, podéis imaginaros la reacción del público durante esta canción, así como El Color de los Pañuelos, pieza que en ningún momento esperaba que tocasen, un acierto por otro lado, ya que de este modo dieron un verdadero repaso a toda su discografía, así como a más de la mitad de cortes del último disco. Punto y aparte fue cuando Molly, con sus habituales poses y esa forma de hablar y mover al público con que nos tiene acostumbrados, anunciaba JF y acto seguido decía que esa noche Hamlet no podría tocar JF en directo, la reacción del público no se hizo esperar, pidiendo todos a gritos ese Jodido Facha que ansiábamos para botar y ostiarnos hasta que no nos quedaran fuerzas. Aprovechando la situación, el grupo interpretó el tema, quizás, más lento de toda su carrera: Desaparecer, con el que alcanzaron un punto íntimo y que creo el ambiente adecuado para que sin esperar nada más comenzaran a sonar los acordes de ese JF tan solicitado. Desde ese punto hasta el final del concierto, todo fue una locura, sin tregua, pudimos escuchar hits de toda su historia como ese JF, Irracional, con el que la gente, como de costumbre, enloqueció, Tu Medicina, impresionante en directo, nunca me cansaré de escucharla y cantarla, Denunció a dios, bestial, y así hasta acabar con Limítate para cerrar un gran concierto que, si bien es cierto que se nos hizo corto, a nadie dejó con mal sabor de boca. Sobresaliente para Molly y mención de honor para los músicos que clavaron todos los temas, el nuevo bajo demostró ser un gran fichaje, y batería y guitarras en su tono habitual, monstruos del metal con capacidad para hacer disfrutar de un gran concierto a todo un grupo de incondicionales que se hubieran quedado allí botando hasta el día siguiente.

Sólo una nota negativa habría que denunciar, y es la actitud de algunos energúmenos que parece que sólo asistan a un concierto de rock o de metal para dar ostias a diestro y siniestro y con el único fin de hacer daño a los que tienen a su alrededor e impedir que la gente se lo pase bien. Lo que más me gustó fue la respuesta general del resto de la gente que no aceptó esta actitud y respondió dándole su propia medicina a estos cabezas huecas que no merecían otra cosa. Basta decir que, para colmo, iban sin camiseta desde el principio del concierto los muy zanguangos, no digo más...


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