La marea y sus captores

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lavrenti

He visto la vida a través de la muerte,
bajo el peso de todo esto,
todos nos derrumbamos


Casi quince años han pasado desde que cuatro chicos de Kenai (Alaska), al ladito del Reserva Natural, y bien lejos de Wasilla, ciudad de Sarah Palin, comenzaran a hacer música, inicialmente influenciada por el rapcore. Desde entonces han vivido la muerte de su primer bajista en accidente, la llegada de Steve Holt a la guitarra, el fichaje soñado por un sello capital como RoadRunner Records, una cierta sensación de falta de apoyo, un limitado reconocimiento en Inglaterra y su primera gira por Inglaterra, su salida del sello y el fichaje por Ferret Music; hasta completar con este The Tide and Its Takers su quinto disco.



36 crazyfists, nombre tomado de una película de Jackie Chan, para un grupo que atesora de las cualidades que atisbo en muchas bandas surgidas del frío. Por más que ahora vivan en Portland siempre acaban volviendo, entre otras cosas para participar en el festival de Kenai anual. Será vivir en un invierno casi permanente y tener días cortos y de débil luz, que se forja el carácter y se ahondan los sentimientos.

Alrededor de esta banda siempre he visto una aureola de credibilidad difícil de explicar y no basada más que en sensaciones y nunca en pruebas fehacientes ni entrevistas esclarecedoras. Y siento que es una pena que hayan tenido siempre una respuesta un tanto fría en Estados Unidos donde nuncan han consechado un gran éxito a pesar de ser merecedora de ello por encima de muchos grupos, incluso, de la misma "escena". Curiosamente ha sido mayor en Inglaterra; según leo en wikipedia, su disco Rest Inside the Flames llegó a estar en el puesto número 2 de la lista de discos de rock de la BBC. Sin embargo en USA apenas llegaban a las 1.800 copias en la primera semana. ¿Será por no ceñirse a las obligaciones capilares, los pantalones pitillo y los vídeos de gimnasia en las cuerdas?

Desde entonces parece que las cosas han mejorado un tanto ya que este The Tide and Its Takers comenzó con unas, también discretas pero mayores, 4.000 copias pero ya detrás con el apoyo más decidido de su sello actual. Conocí esta banda a raíz de un DVD que RoadRunner Records había distribuido en bares de metal de Madrid y que contenía una serie de vídeos entre los que se encontraba Slit Wrist Theory. Tras la implosión del nu-metal y manteniendo una cierta influencia hardcore, su forma de entender la música era sencilla pero eficiente.



A veces parece tan fácil hacerlo bien... un espacio ligeramente industrial, una bombilla, entrega y fuerza, y sutileza en los coros. No es necesario hacer nada espectacular, sólo tener un par de buenas ideas y darlo todo.

Han sido desde entonces Bitterness the Star, a snow capped romance y Rest Inside the Flames; discos consistentes, plagados de tremendos temas a recordar siempre. Vuelvo a oirlos pasado un tiempo y cada una de sus partes es reconocida al instante. De Turn to Ashes, Bury Me Where I Fall, Circle The Drain, At the end of august, The Heart and the Shape, Bloodwork, Cure Eclipse, Destroy the Map Waterhaul, Felt Through a Phone Line, Elysium, The Great Descent, Aurora, We Cannot Deny a City Ignites consiguiendo siempre mantener esa equivalencia entre potencia y sensibilidad, desgarro y amor. Tema tras tema, disco tras disco, sin hacer algo especialmente original pero sí, siempre, algo sincero y cercano. Cuatro chavales rozando la transformación lupina surgidos de Alaska. Eso es todo.


Dice Brock Lidow en entrevistas que 36 crazyfists muestra todo lo que el grupo puede dar, lo mejor. Y yo digo que eso es mucho, The Tide and Its Takers es más que un disco digno, es uno de los referentes para el 2008. Un disco de derrotas, lucha y, sobre todo, victoria! Y así...
    Para siempre, llegaremos a la noche con supervivencia en todos nuestros ojos,
    con cuchillos en mano apuñalamos la arena del tiempo
    para volver y desenrollar,
    bajo la muerte de una era estábamos volviéndonos más fuerte que ...
    con terror en nuestros ojos,
    esperamos que estos cielos nos traigan un nuevo capítulo...


1. The All Night Lights
2. We Gave It Hell
3. The Back Harlow Road
4. Clear The Coast
5. Waiting On A War
6. Only A Year Or So
7. Absent Are The Saints
8. Vast and Vague
9. When Distance Is The Closest Reminder
10. Northern November
11. The Tide and Its Takers

... comienza The All Night Lights y encontramos de nuevo otro tema capital abriendo un nuevo disco con un estribillo antológico que sirve para abrir y cerrar este artículo con frases esperanzadoras en la tragedia que convertir en lema. De nuevo Brock dice que el disco está influenciado por el permanente estado de guerra (en USA) que está alterando y deformando las percepciones de los jóvenes cuando su verdadera interés es el amor, clave de la existencia.



Haremos que esto desaparezca, lucha! coreamos en un We gave it hell en uno de los temás más core del disco que da paso a otro de los grandes temas, The Back Harlow Road. Medio tiempo intimista en el que la voz muestra sus especiales resonancias para volver a elevarse afirmando ...
    Nunca por encima, nunca por debajo
    siempre al lado,
    siempre al lado


Lo único que separa el cielo de la tierra, a unos de los otros es que no se puede arreglar las cosas si nadie cede. Una vez que estas limitaciones se derrumben nos encontrarás dispuestos a luchar para llegar hasta tí.

Con fuerzas renovadas afrontaremos Clear the coast que nos deja en las guitarras acústicas de entrada a Wainting on a war con otra sección plagada de personalidad y baterías espléndidas que nos entregan de nuevo a la marea de voz de Brock. Sobre ellas navegaríamos a través de la tormenta contrarrestando las fuerzas que tratan de arrastrarnos a la destrucción.

Only a year or so es otro tema que me emociona profundamente. Comienza con una voz femenina...
    Quiero que vuelvas a casa. Estoy cansada de estar sola, y me pongo enferma de no saber si estás bien. Los niños están creciendo muy rápidamente, y sé que te lo estás perdiendo, y que ellos te echan de menos y esto causa un dolor muy profundo
    (...)
    Me acuesto por la noche pensando en tí y los niños. Intentando poner esto en perspectiva en este día en el mundo. Están ocurriendo muchas cosas en mi vida y no parece que pueda decir quién soy. Todo el mundo dice que somos héroes, pero siento que te he abandonado.

Un año deseando salir vivo, rezando por seguir vivo. Suena a historia de soldados pero prefiero montarme mi propia película sobre amores reales y necesidad. Nada queda explicado del todo y así es mejor para caer en la frivolidad o en lo emocionalmente obsceno.

Pero todavía quedarán muchas cosas por delante, combinaciones de distintas líneas de voces (sin emo-exagerar) y las partes más pesadas musicalmente en Vast and Vague con una espléndidas guitarras atmosféricas coladas por ahí pero que brillan enormemente, o el ritmo mantenido de When distance is the closest reminder.

El cierre del disco son dos grandes temas, por siempre reescuchar, como Northern November y The Tide and Its Takers. Ahora dominan las voces claras e instrumentalmente no es tan duro. Son los temas de desarrollo más lento y tienen momentos grandiosos en los estribillos. Sólo un día después de la lluvia... cuando el abandono es mi amigo más cercano.

El segundo será en acústico adelantando un posible EP, todavía no confirmado, que estaría formado por cinco canciones en este formato. No me cansaría de escuchar... Your breath fills my skin ... my skin. Cuando Brock ruge, retiembla, cuando se eleva clara, desenarbola.

Lo que sí está confirmado es que grabarán (o han grabado, no lo sé) un directo en Alaska que se editará en DVD próximamente. Volveré atrás para recordar The End of August...






Volveremos de la caida y nos elevaremos de nuevo!

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