Bueno... es Lacrimas Profundere

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lavrenti

Hace ya dos años (cómo pasa el tiempo!) comenté el anterior disco de Lacrimas Profundere, Filthy Notes For Frozen Hearts, en este artículo así que no me extenderé en contar la trayectoria del grupo y como no han dejado de gustarme (a pesar de todo).

Ahora me encuentro con un nuevo trabajo, Songs for the Last View, con nuevo cantante, Rob Vitacca, y nuevo bajista, Peter Kafka, tras la salida de Christopher Schmid y Daniel Lechner, y debo decir que tampoco me deja malas sensaciones pero siento un creciente desapego (aunque pequeño aún). Así que lo que realmente motiva este artículo es, seguir publicando en muzike.org (que no decaiga!), y adelantarlo a la actuación, exclusiva en España, del grupo el próximo 27 de septiembre en la sala Ritmo y Compás. Más información al final del artículo...

Vuelven para la ocasión a contar con la producción de John Fryer y su sonido se mantiene. Tan pronto explorando las venas himeras como reescribiendo las atmósferas doomeras lacrimógenas que tan bien supieron desarrollar en su momento. El disco no termina de decidirse entre estas dos orientaciones, de nuevo, y se queda a medio camino de ambos.

1. Last View
2. Pearl
3. Shadow I Once Kissed
4. Veins
5. We Shouldn't Be Here
6. And God's Ocean
7. Suicide Sun
8. Dear Army
9. Dead Man
10. Sacrificial Lamb
11. Lullaby for a Weeping Girl
12. While

Comienza interesante con el single, A Pearl, tras el último aliento de un corazón que permite escuchar el llanto de un bebé. La voz de Rob se muestra especialmente grave, quizá hasta exageradamente, bien compensada por las segundas líneas femeninas. Ligeramente sinfónico el inicio mostrará uno de los ortodoxos valores atesorados, los teclados y las atmosferas con medio tiempo guitarrero y un estribillo goth en el que la voz femenina toma mayor presencia. Supongo que lo hacen mejor, por sardónico, grupos actuales como Deathstars.

Siguen por esta senda temas como We Shouldn't Be Here donde el cachondeillo sexual se rebaja y comienza a surgir la tragedia. No puedes negarlo; que todo lo que fuimos no fue más que mierda (de veras que dice mierda). Dear Amy baja un poco la velocidad y aporta un nuevo punto chulesco en la voz (¿es una colaboración o es Peter Kafka, vocalista temporero?) al darse cuenta de que sangro pero no me curarás, y no mendigaré tu misercordia. Crece la intensidad pero todavía no llega el momento así que la encuadraremos entre otras rock góticas como Lullaby for a weeping girl y Suicide Sun (¿seguro que no es Valo?).


Así nos quedan las realmente reseñables desde mi punto de vista; aquellas en las que el entusiasmo desaparece con las guitarras abandonadas de fondo y la cadencia lenta de la batería, flanqueados por estribillos más poderosos pero que son cantados con la desgana que siempre esperamos en Lacrimas Profundere. Son los temas que se cuelan entre medias y destacan, como Veins.

Presencia de ánimo a niveles bajísimos con la llegada de And God's Ocean, mírame caer contra mi voluntad, manteniendo mi último aliento de vida. La voz comienza natural y se mezcla muy bien con la grave... entonces entran los violines y la batería, y el tema comienza a rodearte lentamente. Las voces vuelven a entrecruzarse y parece elevarse con cierta desesperación. Piano y explosión. Cinco minutos para un gran tema.

A Dead Man caminando como una polilla hacia la luz azul comienza con voz quejumbrosa sobre piano y atmósferas. Me cortaste la cabeza con tu guillotina de amor (sic) Mátame, my girl, con las pistolas que cargaste con amor (sic) El tema es grande en lo musical, aún desprovista de guitarras y batería, pero fracasa estrepitosamente en la letra. Merecía algo mucho más melancólico o sufrido.

Así llegamos al tema que más me gusta, Sacrificial Lamb, perfil bajo y explosiones sónicas en los estribillos, entre los que se cuelan notas de piano especialmente atrayentes. Inyectaré tus mentiras en mis venas y sufriré este dolor por tí. Haré todo lo que pueda, viviendo una mentira junto a tí.

While, con intensidad creciente e, incluso, doble bombo!, cierra un conjunto de cuatro canciones que de haber sido empaquetadas como EP hubiera sido muy bien valoradas por mi parte pero que en el conjunto del disco, y con el demérito gravoso de las letras, acaba detrayéndose en un total un tanto desdibujado y que no pasa de correcto. Creo que prefiero volver a escuchar ave end, vosotros podéis haceros una idea visitando su myspace. Y, sin embargo, hay muchas ganas de verles en directo... recordamos, 27 de septiembre en Ritmo y Compás junto a Nu-Eve. Entradas a la venta en Arise, Diskpol, La Morgue, Rara Avis, Sun Records y puntos de la red Tick Tack Ticket. Anticipada: 19€ / Taquilla: 22€

Una versión del disco viene acompañada de un tema extra, A Love That Doesn't Care, y otra con otros dos diferentes y una segunda versión de The shadow i once kissed junto a DVD en directo y el videoclip de A Pearl que vemos a continuación...


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